Troy Fardell de RPAS Australia explica cómo salvó su dron Sensefly eBee después del ataque de un águila.
Afortunadamente siempre lo enciendo, ya que siempre hay Águilas Audaces alrededor. Hoy no fue diferente e hicimos un vuelo con el drone con su fase de aterrizaje, una etapa vulnerable de la misión.
A pesar de que el eBee cayó a sólo 70 metros de distancia, un bosque ocultó su lugar de caída real. Pero estaba seguro de saber dónde estaría.
Al principio pensé que el rastreador estaba engañándome debido a la dirección por la que quería llevarme. Al ser el final del día ya con alguna prisa y aún seguro de "yo" saber dónde estaría, incluso aunque el Tinyloc no, pensé que le daría una oportunidad. Un minuto o dos más tarde, detrás de unas rocas y en la base de una pequeña mata de árboles escarpados allí estaba... bien, algunos pedazos. Un ala aquí, un ala allí arriba, pero todo estaba allí, excepto la hélice que concluí que el águila arrancó. Unos cuantos arañazos, pero sin daño grave esta vez.
Vale la pena repetir que, sin el Tinyloc, habría buscado horas en el área equivocada, y perdido algunos días de trabajo en una tarjeta SD y tener que intentar reclamar al seguro los daños."
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